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domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 7


La búsqueda duró unos veinte minutos. El triunfador del reto propuesto por el abuelo, o mejor dicho, triunfadora, fue Julia. En el tercer cajón de la cómoda, ahí se encontraba el disco que estaban buscando.
-¡Aquí está, abuelo!
-Bien hecho pequeñaja. Ahora vayamos al salón, allí está la vieja minicadena que admite este disco de música tan antigua.
-¿Funciona eso, abuelo? –preguntó Alejandro nada más llegar y estar frente al aparato.
-Supongo que sí, es un aparato antiquísimo, pero aún puede dar mucha guerra, -comentó este sonriendo.
Introdujeron el disco dentro, y le dieron al botón de encendido.
-Pista cuatro, -comentó el hombre.
Julia deslizó sus dedos por los botones, y tocó en cuatro ocasiones el botón de “siguiente”.
Dos segundos, y la bella voz de Amy Lee inundó la estancia.

                                       “I'm so tired of being here 
                                        Suppressed by all my childish fears 
                                        And if you have to leave 
                                        I wish that you would just leave

-Es música celestial, ¿verdad Julia?
-Sí, ¿no os parece que yo canto igual que ella? –dijo Julia comenzando a cantar en un inglés inaudible.

                                      
 Cause your presence still lingers here 
                                        And it won't leave me alone 
                                        These wounds won't seem to heal 
                                        This pain is just too real”

-Cantas muy bien, Julia, -dijo el anciano mientras reía a carcajadas.
-¡Yo también canto muy bien! –resaltó Alejandro, que no iba a ser menos que su hermana.

                                     
“There's just too much that time can not erase 
                                      When you cried, I'd wipe away all of your tears”
 

Aquella melodía, aquella voz y el espíritu de sus nietos empezaban a darle la fortaleza, a alimentar su alma marchita y consumida. Sí, el viejo de innumerables volvía a sentirse fuerte tras aquello...
-Bien, dejemos este concurso de música y, prosigamos la historia, ¿qué os parece?
-¡Sí! –gritaron los dos al unísono.
Mientras tanto, la música seguía sonando.
                                         
                                  When you'd scream, I'd fight away all of your fears 
                                    And I held your hand through all of these years 

                                    But you still have all of me

Llegados al salón, el abuelo volvió a abrir su libreta, y volvió a contar su historia.

1 comentario:

  1. ¡¡Es preciosa!! Espero por el próximo capítulo. Mientras también puedes ver mi historia en el siguiente enlace :
    http://lejosrealidad.blogspot.com.es/ .

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