-Papá, ¿qué haces ahí embobado?
El anciano salió como una flecha de aquel mundo debido a la
pregunta de su hijo.
-¿Perdona? No estaba escuchando.
-Digo que qué haces ahí en la luna cuando te dije que
llevaras las bebidas a la mesa. Ay, ¡qué voy a hacer contigo!
Luca cogió las bebidas, y su padre no tuvo más remedio que
seguirlo hasta la mesa “arrepentido”, no por no haber ayudado con las bebidas
dichosas, sino porque el recuerdo de aquel texto no le había hecho ningún bien.
Algunos dicen que ser viejo y sentirte joven es algo positivo pero para él,
desde luego que no lo había sido. Había vuelto a aquello, su corazón empezaba a
enfriarse…otra vez.
-Abuelo, ¿no te gusta el sushi? No te lo estás comiendo, y
mamá siempre dice que hay que comérselo todo, -apuntó orgulloso Alejandro.
-No tengo hambre pequeñajo, -le respondió.
-¿Seguiremos la historia después? –preguntó Julia.
-Claro que sí, Julia. Después de la siesta, ¿sí?
Se levantó de la mesa rumbo a su habitación. La siesta no
era una excusa para dormir, no se encontraba cansado, al menos físicamente. Lo
que él quería viajar al mundo de los sueños, donde podía verla sin llorar ni
sentirse afligido.
Casi siempre tenía el mismo sueño, cuando la conoció, aquel
hermoso dos de diciembre de dos mil dieciséis. Aquel momento estaba grabado en
su retina. Era de las pocas cosas que recordaba, porque, ¿cómo olvidar a
aquella mujer que transformó su existencia en verdadera vida?
Por aquel día buscaba un buen lugar para escribir en la
ciudad a la que decidió ir a estudiar. Aquella rutina podía con él, por lo que
muchas veces se perdía en lugares profundamente mágicos que le permitieran
desarrollar sus letras. Su favorito era la gran playa gaditana, fuera esta la
que fuera. Sentir la arena bajo tus pies, la brisa marina extasiando sus
sentidos…siempre le agradó, pero aquel día, nunca supo porqué, quería cambiar
de lugar. Anduvo por medio Cádiz, buscando ese nuevo lugar mágico que lograra
conquistarlo, y tras dos horas, llegó a un parque: El Parque Genovés. Le llamó
la atención aquel nombre y decidió adentrarse en él. Miraba a todos lados,
buscando ese lugar, quizá estuviera allí. Y chocó, había chocado con alguien
por culpa de sus distracciones. Allí, frente a sus ojos, estaba ella, sobre el
césped de aquel parque que tomarían como su lugar de enamorados.
Sí, al abuelo le encantaba, y por ello, ya tumbado en su
cama, sus párpados se cerraron con la esperanza de volver a vivir aquellos
hermosos días.
-Papá, ¿qué le pasa al abuelo?
-Cariño, tu abuelo lleva triste muchos años desde la muerte
de tu abuela. La quería mucho, la estimaba más que a su propia vida, Julia. Él
es fuerte, pero los recuerdos lo son aún más.
-Pues no quiero que esté triste…
-Anda, corre con tu hermano pequeño a vuestro cuarto y jugad
con la consola. Hay que dejar al abuelo dormir, así que no pongáis el volumen
muy alto, ¿de acuerdo?
-¡Sí, papá! –exclamó Julia dando un beso a su padre y
llevándose al pequeñín para la habitación justo cuando este volvía de lavarse
los dientes.
Cuando Luca se quedó solo, se dio cuenta que él también
echaba de menos a su madre más de lo que creía. Pensaba que como él era el
mayor de los hermanos tenía que ser el fuerte entre comillas, el que no llorara
ni la recordara solo por darle el empujón al resto de la familia para que
lograran olvidarla y ser felices. Sabía que la echaba de menos, pero nunca
jamás iba a mostrarlo, por el bien de los demás.
Decidió leer para entretener la mente, y no había libro
mejor que alguno que hubiera escrito su padre. La estantería del pasillo estaba
llena de ellos. Escogió “Los Últimos”, un pequeño relato que su padre mandó a
concurso y tuvo éxito, tanto que alargó la historia y llegó a publicarla. Su
padre decía que era la peor novela que había escrito, sin embargo al hijo le
fascinaba. No tardó en llegar a las veinte páginas, estaba concentrado. Y así
hasta la hora siguiente.
¡Hola!quería informarte de un proyecto que tengo en marcha en mi blog, en el que me gustaría con escritores aficionados de calidad. Me gustaría construir una sección donde nuevos talentos, nuevas promesas, o artistas que se quieran dar a conocer, publiquen sus trabajos. Me interesan mucho nuevas obras literarias, en cualquier formato, capítulos o cuentos breves, y creo que la tuya podría tener muy buena aceptación. Así que si quieres que publique algo en mi blog, sólo has de decírmelo. Pondríamos una ficha biográfica tuya con datos profesionales y de contacto que consideres oportunos. Así, difundimos tu obra y a la vez dotamos a mi blog de un contenido muy interesante. Espero que te interese la propuesta, házmelo saber contactándome en la pestaña de 'Contacto' de mi blog, en la barra lateral derecha. Un saludo.
ResponderEliminarhttp://humanidadesyalgomas.blogspot.com.es/
Claro, ahora mismito te envío un mensaje y me das detalles de cómo hacerlo todo, que lógicamente, ESTOY ENCANTADO.
ResponderEliminarSaludos :)